Horas Joánicas Salmo 13 Marzo 1997 ___________________________________________________________________ [Las "horas joánicas" son propuestas para sostener la bùsqueda de Dios en el silencio y la oración. Se trata de dedicar dos o tres horas para leer en silencio los textos bíblicos que se sugieren y que van acompañados de un breve comentario y algunas preguntas. Más tarde, reunidos en pequeños grupos en casa de uno de los participantes, se comparte brevemente lo que cada uno cree haber descubierto, pudiendo eventualmente finalizar el encuentro con un tiempo de oración.] Uno de los más hermosos aspectos del libro de los salmos es la franqueza con la que el creyente expresa a Dios todo lo que le habita. Lejos de limitarse a pensamientos edificantes, el salmista expone ante el Señor toda su pena y toda su desesperación, sin separar lo que está bien y lo que no está bien. Esa libertad en la oración testimonia una confianza impresionante en Dios, incluso en el corazón de la noche, y lleva ya en ella gérmenes de una superación. El autor de este salmo se ve como en el fondo de un pozo, en un sufrimiento que parece sin salida. Más que tal o cual desgracia, es el hecho de sentirse abandonado por Dios que provoca su decepción. Al faltarle la conciencia de la presencia divina, el salmista se encuentra solo con esas voces interiores que vienen del "adversario" y que le conducen siempre hacia abajo. Es lo que significa la palabra "revuelta" (v. 3a): pensamientos obsesivos que quieren convencernos de que Dios ya no nos ama, que de hecho merecemos nuestra suerte atroz. Pero he aquí que en lugar de "dejar que nos hablen las tinieblas" (S. Agustín), el salmista da un salto hacia la confianza y alza su lamento hacia Dios. En el fondo de la oscuridad el salmista se recuerda del amor fiel de Dios hacia él. Hace una elección, rechazando consentir la victoria del enemigo. Y al mismo tiempo, se ocurre un gran cambio, se abre un pequeño espacio, lo suficientemente grande para que Dios penetre en él, y el lamento se vuelve un canto de alabanza por una comunión vuelta a encontrar. ¿De dónde tomo la confianza para expresar en la oración todo lo que me habita, sin llevar máscaras ante Dios? Cuando el "adversario" busca separarme del amor de Dios, ¿qué palabras bíblicas pueden venirme en ayuda? ¿Qué es lo que me permite permanecer despierto, en vez de cerrrar los ojos por miedo o por contumancia? "Johannine Hours" - 03/97 - Copyright(C) 71250 Taizé-Community, France. community@taize.fr ------------------------------------------------------ file: /pub/resources/text/taize/espanola: jhs-9703.txt .