1 Corintios 8.1-13 [Las "horas joánicas" son propuestas para sostener la bùsqueda de Dios en el silencio y la oración. Se trata de dedicar dos o tres horas para leer en silencio los textos bíblicos que se sugieren y que van acompañados de un breve comentario y algunas preguntas. Más tarde, reunidos en pequeños grupos en casa de uno de los participantes, se comparte brevemente lo que cada uno cree haber descubierto, pudiendo eventualmente finalizar el encuentro con un tiempo de oración.] "El saber envanece; sólo el amor es de veras provechoso." Estas palabras siguen siendo como una regla de vida incluso si el problema que dio lugar a su formulación hace tiempo que dejó lugar a otras preguntas. Los cristianos de Corinto habían preguntado al apostol Pablo si era posible comer en el recinto de un templo pagano. Segùn la costumbre, los acontecimientos importantes se celebraban en los templos y, una vez consumado el sacrificio propiamente dicho, los parientes y amigos eran invitados a un banquete. Algunos, más prudentes todavía, se preguntaban si no debían incluso renunciar totalmente al consumo de carne, hasta en el propio hogar, pues no se podía estar completamente seguro de que la carne vendida en el mercado no procedía de un templo pagano. San Pablo tiene en consideración la pregunta porque el tema preocupa a los creyentes y divide a la comunidad. Su respuesta no es un sí o un no, pues en ese caso favorecería el espíritu de partido. Su misión apostólica es la de reunir y no dispersar. En primer lugar, llama al conocimiento (o "saber", v.1) de todos los miembros de la Iglesia. Les invita a reflexionar con él y a formarse su propio juicio (cf. 10.15). A continuación, va todavía más lejos. En la revelación bíblica, todo conocimiento tiene como meta una comunión. Quien se apoya sobre su mayor conocimiento de una situación par desmarcarse de los demás no ha comprendido, "todavía ignora cómo hay que saber". El amor conoce aquello que construye la comunión. El conocimiento del contenido de la fe es importante. Así sabemos "que no hay más que un Dios". Dios creador pone todo a nuestra disposición. Sin embargo, este Dios, el Padre que Jesucristo nos ha revelado, tan solo lo conoceremos si evitamos, con todas nuestras fuerzas, aquello que perturbaría a otros miembros de la Iglesia o que incluso provocaría rupturas. ¿Cómo el conocimiento de nuestra fe puede hacernos capaces de construir una comunión? ¿De qué manera podemos hacer frente a las diferentes apreciaciones que surgen en nuestras comunidades cristianas? "Johannine Hours" - 8/95 - ©71250 Taizé-Community, France. taize@cpe.ipl.fr ------------------------------------------------------ file: /pub/resources/text/taize/espanola: jhs-9508.txt .